Compañía: Titi Teatro de Títeres / Jalisco
 María es una niña de 12 años que vive en las costas de Guerrero, con su Tío. Ella es una niña alegre que gusta del folclor de su pueblo. Tiene por amigos, un colibrí y un perrito. Ella quiere ser como su abuela, quiere cantar, quiere bailar y aprender a contar historias. La vida transcurre hasta que una noche alguien comenzó a molestarla por las noches. Los hombres y muchos adultos del pueblo, no le creen. María acude con su vieja amiga Isaura, una mujer de conocimiento, ella le habla sobre el "Popobawa", un ser ancestral que molesta a las niñas que comienzan a convertirse en mujer. También le habló sobre una leyenda que cuenta que existe una pintura que no se puede borrar con nada. Para prepararla hay que buscar tres elementos que se encuentran en lugares muy peligrosos. Con ayuda de Isaura y sus dos amigos, consigue hacer la pintura. Esa noche esperó con paciencia al Popobawa, cuando lo tuvo cerca le mancho la cara. El ser maligno trato de huir, pero cayó por un acantilado y sobre él, una maldición: Se convirtió en la luna, y fue obligado a mostrar su cara manchada, aunque a veces se esconde por la vergüenza. Lo que sí, es que estará ahí hasta el final de los tiempos, para recordarnos a nosotros los adultos que siempre debemos creer en las niñas y los niños, a la infancia, que no tema en denunciar a su abusador.